Posted mayo 4th, 2015 at 1:58 pmNo Comments Yet
Cuando decidimos emprender un viaje siempre buscamos disfrutar y conocer un poco más la ciudad de destino, nutrirnos un poco más de lo que la ciudad nos puede ofrecer. Pero algo que siempre veremos en cualquier viaje, sea por trabajo o placer, es la arquitectura de la propia ciudad.
La arquitectura de una ciudad es una de las partes más esenciales de ésta, el leitmotiv de la ciudad. Es un aspecto que marca la personalidad del propio lugar porque cada ciudad, pueblo o país es único.
La Comunidad Valenciana tiene su propia personalidad, muy diferente al resto de capitales europeas. Por esta razón, iniciamos un recorrido por la arquitectura de nuestra comunidad que nos desvelará la historia de la misma.
Es inevitable empezar este post con uno de los edificios que alberga una arquitectura exterior e interior única, la Lonja de la Seda o de los Mercaderes. Se trata de uno de los mayores atractivos turísticos de la ciudad de Valencia. Es un edificio perteneciente al gótico civil y es el símbolo de la prosperidad de la ciudad durante el siglo XV, cuando Valencia era la capital de la Corona de Aragón. Su construcción fue inspirada a la Lonja de Mallorca.
Otra de las joyas arquitectónicas que podemos encontrar en Valencia es el Mercado Central, uno de los puntos de mayor ebullición de la ciudad. El edificio que podemos observar hoy corresponde con la construcción de principios del siglo XX. Es uno de los mejores ejemplos de arquitectura modernista que podemos encontrar en Valencia. A pesar de su obvia influencia catalana, el Mercado Central posee características propias, como los zócalos policromos cerámicos, típicos de la región.
En Castellón, encontramos uno de los edificios más emblemáticos. Se trata del edificio de Correos y Telégrafos, siendo éste una de las mejores muestras del modernismo en la ciudad. La fachada está compuesta por formas neomudéjares con una decoración de cerámica. Su construcción se debe a un concurso creado por el Gobierno, resultando éste como ganador.
Siguiendo en la misma ciudad, encontramos otra joya arquitectónica, la torre campanario El Fadrí. Su construcción tuvo una larga paralización y llegaron a intervenir en su construcción alrededor de 7 arquitectos. Se trata de un campanario exento, de planta octogonal y con una altura aproximada de 60 metros. La torre está dividida en cuatro cuerpos.
Una ciudad es mucho más que un simple lugar, es su gente y su arquitectura todo lo que hace que esa cada ciudad en la que vivimos o visitamos sea única.
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